Deje de caminar, deje de preguntar

Se me había olvidado lo importante de recorrer la vida a pie, tener tiempo de detenerme, sin el miedo de sentir una corneta que me pueda obligar a moverme nuevamente. Las calles a pie ganan detalles, toman formas distintas, explican mucho, comienzan a compartir historias, son una invitación. He pasado muchas veces por aquí, pero al caminar me di cuenta de su presencia, silenciosa, tan pequeña, desde mi carro jamás la había notado. Vivimos creyendo que con tantos avances tecnológicos ganamos tiempo, y a mi parecer, a veces, pueden hacernos perder mucho más. Pero, de qué sirve comenzar a caminar de nuevo sino voy a preguntar nada, si gané el hábito de callarme para perderlo todo. Vuelvo a preguntar, tantas veces como sea necesario, entendiendo y conociendo lo que a simple vista parecía inexplicable o lejos de mi alcance. Las preguntas correctas son más importantes que las respuestas para encontrar lo que buscamos, o buscar nuevas cosas que encontrar. Podemos tener todas las respuestas, p...