Hay días

Hay días distintos, que rompen con nuestra rutina, en los que la luz falla, vuelve a fallar y sorprende una vez más. En esos momentos he descubierto que me siento más vivo, somos capaces de lograr muchas cosas en condiciones más adversas. Cuando algo afecta a un colectivo, el problema afecta a muchos y el interés termina siendo el mismo, nada puede evitar que personas organizadas terminen alcanzando la solución que mejor se adapte a sus necesidades y deseos. La comunicación fluye, la preocupación nos hace ver cosas que antes no lograban ser percibidas, se comienza a valorar lo que siempre se ha dado por seguro. Conocemos entonces los nombres de vecinos que eran antes simples caras que se encontraban en pasillos. Estas son sólo unas líneas que dedico a mis tres días y noches carentes de luz por la Electricidad de Caracas, a mis vecinos y edificios cercanos que pasaron por lo mismo. Tres fases que fueron cayendo cada noche, afectando a algunos apartamentos primero y luego a otros, apagan...