BIENPLANCHAO
El viernes pasado, perdí la oportunidad de planchar la ropa acumulada de dos semanas, la señora que se encarga de tan admirada labor, creo que después de descubrir que estaba planchando la ropa de dos casas por el precio de una, prometió asistirme el lunes en la mañana, pero por cosas del destino nunca apareció.
Después de pararme por unos momentos frente a las camisas que aun quedaban limpias y planchadas, que además hacía años que ya no usaba; y evitando a toda costa usar franelas para ir a trabajar, descubrí que debía hacer algo al respecto.
Decidí irme a mis páginas amarillas, es decir, Google, y colocar “planchar Venezuela”, justo el último link de la primera página de resultados arrojó lo siguiente: http://www.bienplanchao.com/
Eran ya las 9:30 de la noche, pero decidí llamar para ver si era cierto lo que habían visto mis ojos, y después de pedir disculpas por la hora, conversé con la gente de esta franquicia, tomaron mis datos, notaron lo desesperado que estaba y esta mañana pasó Félix, el encargado del transporte de la mercancía y recogió 12 de mis camisas limpias e ingratamente arrugadas por el tiempo.
Esta semana tengo nuevamente la oportunidad de planchar mi ropa con la señora aquella de cada viernes, pero no, yo me arriesgué con BIENPLANCHAO, para enterarme hoy que el servicio tiene una duración de 72 horas una vez entregada la ropa, es decir, igualito tengo que esperar hasta el viernes.
Estoy seguro que será un buen servicio, hasta los momentos el trato ha sido muy amable, y la idea de que sigan surgiendo cosas como estas en Venezuela y además anunciándolas en Internet para facilitar la localización de la información, hacen posible que recorra la mitad de un centro comercial con camisas, ganchos y bajo la mirada de asombro de todo el mundo.
Dashiell López
Después de pararme por unos momentos frente a las camisas que aun quedaban limpias y planchadas, que además hacía años que ya no usaba; y evitando a toda costa usar franelas para ir a trabajar, descubrí que debía hacer algo al respecto.
Decidí irme a mis páginas amarillas, es decir, Google, y colocar “planchar Venezuela”, justo el último link de la primera página de resultados arrojó lo siguiente: http://www.bienplanchao.com/
Eran ya las 9:30 de la noche, pero decidí llamar para ver si era cierto lo que habían visto mis ojos, y después de pedir disculpas por la hora, conversé con la gente de esta franquicia, tomaron mis datos, notaron lo desesperado que estaba y esta mañana pasó Félix, el encargado del transporte de la mercancía y recogió 12 de mis camisas limpias e ingratamente arrugadas por el tiempo.
Esta semana tengo nuevamente la oportunidad de planchar mi ropa con la señora aquella de cada viernes, pero no, yo me arriesgué con BIENPLANCHAO, para enterarme hoy que el servicio tiene una duración de 72 horas una vez entregada la ropa, es decir, igualito tengo que esperar hasta el viernes.
Estoy seguro que será un buen servicio, hasta los momentos el trato ha sido muy amable, y la idea de que sigan surgiendo cosas como estas en Venezuela y además anunciándolas en Internet para facilitar la localización de la información, hacen posible que recorra la mitad de un centro comercial con camisas, ganchos y bajo la mirada de asombro de todo el mundo.
Dashiell López
Comentarios