Gustavo Coronel: La muerte de un maestro: Antonio Francés

http://www.petroleumworld.com.ve/edito08011401.htm

Pocas muertes me han conmovido tanto como la Antonio Francés, una muerte absurda en una Venezuela que cada día se hunde más en el crimen y la miseria moral. Ni siquiera lo conocí bien a título personal. Hablé con él varias veces y sus ideas y su enfoque didáctico y racional sobre los asuntos del país siempre me causaron admiración. La primera vez que hablé largamente con él fue cuando estaba preparando la publicación de su libro: “Venezuela Posible”. En ese libro Francés nos daba a los venezolanos una receta para salir adelante. La receta tenía los siguientes ingredientes:

• Una economía abierta a la competencia e integrada al mercado internacional;

• Una mejor preparación de nuestro recurso humano;

• Una actividad del estado esencialmente limitada al bienestar social y de carácter rectora, no operativa;

• Una sociedad civil capaz de cuidarse a sí mima, no una de mendicantes;

• Excelentes servicios públicos;

• El desplazamiento del populismo por una democracia de raíz.

Según Antonio Francés los venezolanos deberían hacer esfuerzos por evitar que el país siguiera en manos de los “vivos”. La gente honesta y preparada, apuntaba, deben asumir su cuota de participación.

En mi libro: “Venezuela, la Agonía del Subdesarrollo”, publicado en 1990, catalogué a Antonio Francés entre los venezolanos quienes predicaban en el desierto (Vox clamantis in deserto), junto con ciudadanos como Uslar Pietri, Quirós, Olavarría, Arturo Sosa hijo, Carlos Blanco, Aníbal Romero, Moisés Naím, Ramón Piñango, Marcel Granier y otros. Hablaba de este grupo como personas adelantadas a su época, hablando un lenguaje que suena a veces extraño, provocativo y poco ortodoxo. Son y fueron pensadores de avanzada. Por ello casi siempre deben pagar un alto precio ya que frecuentemente el reconocimiento los elude o, cuando lo encuentran, es lejos de la patria.

Francés fue un maestro. En el IESA, organización a la cuál dedicó mucha de su vida profesional, tocó las vidas de centenares de venezolanos, quienes siempre lo recordarán con afecto y nostalgia. Su muerte fue radicalmente opuesta a la que merecía su vida honorable y generosa. Murió a manos de unos desalmados, no sin antes ser objeto de maltratos. Estoy seguro de que enfrentó a la miseria moral que le arrancó la vida con la dignidad del ser humano espiritualmente superior.

Espero que nuestros nietos puedan ver una Venezuela mejor de la que tenemos hoy en día, una Venezuela que tiene muy poco que ver con el país que conocí y amé por muchos años. En la Venezuela del futuro los futuros maestros morirán apaciblemente, rodeados del amor y del respeto de sus conciudadanos. Antonio no pudo tenerla así y ello me entristece. Siento que el país adquirió una gran deuda con ese gran maestro que fué Antonio Francés.

Gustavo Coronel es un veterano geólogo de la industria petrolera, miembro director de la primera junta directiva de PDVSA (1975-1979). Todos sus articulos pueden verse en www.lasarmasdecoronel. Sus puntos de vista no necesariamente son los de Petroleumworld.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Abreu y Dudamel en TED

¿Kanye tendrá razón?

Imprimir factura del IVSS