Cuánto es el espacio que nos separa

Ya van tres años, y he olvidado volver al espacio donde se han establecido tus visitas. ¿A dónde te fuiste? ¿Has vuelto? ¿Eres felíz?

Es irónico que nos encierren bajo la tierra, cuando debemos ir al cielo.

Te llega la luz de las velas que enciendo, es necesario que lo siga haciendo, al final ya eres luz, ya eras.

¿Estás con ella? La extraño también, a lo mejor más que a ti, porque ella se fue sin venir, ¿importa donde dejamos de ser para poder encontrarnos de nuevo?
Agradezco la espera.

Creces en lo verde que te rodea, ¿tus vecinos? ¿Cambiamos en algo al partir?

Te llevo conmigo y lo sabías, soy parte de tantos que a veces me pierdo y me cuesta verte en las cosas que hago, estando.

Y, ¿cuál es tu tierra? El lugar donde naces o en el que dejas.

Tan solo unas líneas para encontrarnos de nuevo, siempre podemos comenzar.

Ahora que conozco la fuerza que tengo, aquello que busco no está en lo externo, me acompañas a abrir las puertas que debo, quita cerrojos y espérame adentro.

Me tengo que ir, tu tienes ya el tiempo, te quiero y lamento, te extraño y recuerdo que donde te encuentres, y a pesar del espacio, no estás, ya eres cielo.

Dashiell López