Los tiempos de la Enmienda

Todavía la Asamblea Nacional (AN) no ha realizado la segunda discusión de la
propuesta de Enmienda a la Constitución y ya el Consejo Nacional Electoral
(CNE) se prepara para organizar algo que no le ha sido solicitado aún, vuelve a jugar posición adelantada, como hizo en el 2007 con la Reforma.

Peor todavía, se señala que como la Constitución establece un lapso de 30 días para que el CNE realice la convocatoria, se debe comenzar antes a organizar la consulta.

La interpretación de estos 30 días se debe entender, siempre a favor del
elector, como un tiempo del que dispone el CNE para comenzar a prepararse,
realizar un cronograma y establecer una fecha para realizar la consulta. Estaríamos hablando de un mínimo de 90 días para llevar a cabo la elección.

El cronograma de una elección normal, como la presidencial del año 2006, se
presenta seis meses antes. Ya para finales de mayo de este año, 2008, se
tenía el cronograma de las elecciones regionales de finales de noviembre.

Uno de los mayores problemas está en la falta de una Ley de Procesos Electorales y una Ley de Referendos que establezca los tiempos y deje claras las normativas asociadas a las diferentes etapas de los procesos electorales. Estas faltas son responsabilidad del CNE y la AN (desde el año 2002), mismas instituciones que por un lado se golpean el pecho por hacer cumplir la Constitución y por el otro trabajan aceleradamente en detrimento de la transparencia electoral.

Es necesario comparar los últimos dos eventos electorales que hemos tenido
en el país, para entender que se requiere de un mínimo de tiempo para
cumplir con las revisiones técnicas que garanticen transparencia en los comicios, revisiones que en un futuro próximo esperamos poder catalogar como verdaderas auditorías.

En el Referendo de la Reforma Constitucional de diciembre del año pasado, 2007, el simulacro se hizo el 28 de octubre, cuando no se sabía la pregunta, ni cómo se haría la votación, si en bloques o por artículos. Las revisiones
técnicas, supuestas auditorías, eran cortas de tiempo, menos de la mitad de
lo fijado un año antes en la elección presidencial, y comenzaban después del
simulacro. Por consiguiente, el simulacro del 2007 demostró ser una posición
adelantada del CNE, así como su poco interés en la transparencia del proceso
y en el cumplimiento de las mínimas garantías, parecían más interesados en
mantener la fecha fijada por el presidente.

En el 2007 las revisiones técnicas previas al evento duraron más de 30 días. Luego, lo correcto debió haber sido realizar el simulacro y con base a la
experiencia del mismo hacer los respectivos ajustes.

Por ejemplo, el simulacro realizado este año, un mes antes de las elecciones regionales, y luego de revisado el sistema de las máquinas de votación, demostró la importancia de que los electores se preparasen para votar, conocieran las diferentes boletas electrónicas, de acuerdo a su circunscripción, y la ubicación de los candidatos y partidos de su preferencia. Ese mes de diferencia, entre el simulacro y la elección regional, permitió hacer una campaña para lograr justamente lo
anterior.

Se debe recordar que hubo la propuesta, luego del simulacro, de que se aumentara el tiempo para votar de 3 a 4 minutos, y la sugerencia no fue aceptada porque las máquinas ya habían comenzado a ser distribuidas, 30
por ciento de las mismas se encontraban ya en los estados.

Ni siquiera he mencionado el tiempo que lleva abrir el Registro Electoral
(RE), para que aquellos electores no inscritos o con problemas en su inscripción puedan participar. El CNE y el gobierno siempre se llenan la boca señalando que se ha disminuido la brecha de los excluidos del RE, pero en esta oportunidad priva la rapidez por encima de los electores y su participación.

Sólo mencionaré aquí, y diga usted si un mes es suficiente, las diferentes revisiones técnicas que se deben realizar, y que el CNE denomina:
auditoría de datos y software de las máquinas de votación, auditoría de
cuadernos de votación, auditorías de datos y software del sistema de
autenticación de votantes, auditoría del sistema de totalización, auditoría
de producción de las máquinas de votación, auditoría de infraestructura y
auditoría de predespacho.

Lo que quiero resaltar es que la Red Ciudadana de SuperTestigos sigue
activa, desde el mismo 24 de noviembre, observando todo, dando su
opinión, dispuesta a participar en la fecha en que se lleve a cabo la
consulta, trabajando en equipo con las diferentes organizaciones y señalando
la gran cantidad de irregularidades que se siguen cometiendo y que llaman
a defender el voto desde cada una de las mesas de votación del país.

Las elecciones transparentes que nos merecemos las logramos acercar cada vez más con nuestra participación ciudadana, desconfiamos del CNE, creemos en el voto como institución y contamos contigo.

Dashiell López
Enviado desde mi DashBerry de Movistar

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