Se los advierto a los dos

Si siguen quedándose más tiempo del necesario, molestando, haciendo que me sienta mal por no poder ayudar, se los advierto a los dos.

Entiendo que tengan que estar allí, he estado leyendo y es normal que suceda, pero si deciden permanecer más minutos, buscando que pierda la calma, les repito que no lo van a lograr, porque en mis brazos siempre le transmitiré seguridad, aunque por dentro pueda estar deseando encontrarme con ambos y darles su merecido.

El va a estar bien, por qué no se meten con alguien de su tamaño. Les puedo comprar todas sus visitas, qué es lo que quieren a cambio.

Sus estadías podrán ser símbolo de vida e incluso bienestar, pero estoy dispuesto a aceptarlas hasta cierto punto.

Ya tuve que ser testigo, en silencio y sin poder hacer nada, de aquella primera vacuna que recibió, lo hizo llorar y terminó por partirme el alma.

Señores Hipo y Gas, dejen tranquilo a Sebastián, esta es la única carta que les pienso escribir, luego los buscaré en persona y haré que deseen no haber nacido.

Dashiell López