CARTA A UN MANOS BLANCA

En un encuentro con los estudiantes, el pasado martes 17 de febrero, en la universidad Simón Bolívar, me llegó esta carta que siento debo compartir con ustedes. Les debo mis reflexiones sobre lo que ocurrió el pasado 15F, pero futuro es lo que nos sobra.

Carta escrita por una persona de la generación de nuestros padres, hacia nosotros como Movimiento Estudiantil.

Escrita el Viernes, 13 de FEBRERO de 2009

CARTA A UN MANOS BLANCA

Hoy te vi y me quedé pensando en como te has echado al país sobre tus jóvenes e inexpertos hombros, en lo que estás enfrentando y en el riesgo que estás corriendo. Pero eso no me preocupó, porque pese a la juventud y la inexperiencia has demostrado que estas preparado para la ardua tarea en la que te has comprometido. Por ahí, estoy tranquilo. Cuando te vi comprobé de nuevo que detrás de cada mal hay un mayor bien que se genera. Si no es por la tragedia que estamos viviendo tu a lo mejor no te dedicas como lo estás haciendo al tema del país. Sin duda había que sufrir para que te pudieses quitar la máscara que sin darnos cuenta te habíamos hecho. Ahora nos muestras lo poderoso de tu rostro fresco y valiente, lo adecuado de tu visión y lo grandioso de tu formación. Hoy te vi y me sentí protegido por ti, aún cuando hasta hace muy poco era al revés. Pero hoy te vi y me quedé preocupado por ti, porque sé que en medio de tanta turbulencia no te has podido dar cuenta de que independientemente de los resultados, ya tu, y nosotros por tu culpa, triunfamos. No es retórica, ya nos hiciste ganar con el sólo hecho de verte como te has mostrado. Quiero que sepas que por una cara como la tuya se justifica cualquier batalla, se enfrenta cualquier camino y se realiza cualquier esfuerzo. Quiero que te des cuenta de que esta no es la batalla final y que esa jamás se dará porque siempre habrá otra que librar; que lo que importa es la fe y la convicción que le has puesto a tus creencias y a tus ideales y que mientras mantenga la entereza de tus acciones serás invencible a pesar de las resultas. Me quedé preocupado porque sé que si no logras por lo que tanto has luchado, creerás que perdiste y en ese momento no entenderás que no es así. Me quedé preocupado porque sé que si llegas a sentirte derrotado y te escriba mil líneas honestas sobre lo que me haces sentir, no las verás sinceras y pensarás que solo lo hago para hacerte sentir mejor. Me quedé preocupado por ti y por eso, antes de saber lo que pasará, quiero que sepas que gracias ti hoy de nuevo tengo fe en nuestro futuro; gracias ti, hoy creo que si hay salida e independientemente de lo que suceda, gracias ti, me siento a salvo. Hoy, antes de los resultados, quiero que sepas que gracias a ti ya no me importan tanto. Quiero que lo sepas, “Manos Blanca”, ya por ti me siento libre. Que Dios te bendiga.