Sobre el 15F


He invertido como quince minutos buscando unas notas de una de las charlas que he recibido, y ya van tres, con Maickel Melamed. Desde que lo escuché la primera vez, hace más de año y medio, he querido escribir sobre su experiencia para que dejemos de ser tan llorones frente a cada adversidad que se nos presenta, y me disculpan la sinceridad.

Para resumir un poco su vida, Maickel nació con doble vuelta de cordón umbilical, estuvo tres minutos sin oxígeno. Cuando lo sacaron y le colocaron el tanque de oxígeno, estaba vacío, lo que recibió fue aire caliente, le dieron siete días de vida.

Supero la prueba del cordón y el tanque de oxígeno, pero todavía había retos que enfrentar. Le dijeron que no podría caminar, pero una niña, su prima, cuyo juguete favorito era él, se empeñó en pararlo y hacerlo caer, hasta que logró que caminara. ¿Cómo lo logró? Simple, primero ella sabía lo que quería y en segundo lugar nadie le dijo que no se podía, nunca se sentó a conversar con los médicos que pretendían seguir colocando obstáculos a los avances de Melamed.

Entonces, vas a seguir creyendo en las voces que fuera y dentro de ti insisten en que no se puede, que es imposible. O quieres comenzar conmigo a repetir una y mil veces que todo lo que te propones es posible, que puede llevar tiempo pero que lo lograrás.

Maickel tiene una fundación u organización que se llama Rompelmolde, el nombre ya dice bastante sobre lo que busca. A pesar de su condición física lo he visto correr carreras de diez kilómetros y una de sus últimas hazañas fue llegar hasta la cumbre del pico Bolívar, en el estado Mérida.

Un profesor me recordaba lo delicado de compartir los casos como el de Maickel, porque la gente puede terminar sintiendo lástima y pensar que hay que sufrir mucho en la vida para lograr cosas grandes.

Entonces, tú, que naciste seguramente bien, que respiras, caminas, ves y sientes sin problemas, te vas a poner a llorar por el resultado de una consulta el pasado 15 de febrero. Para que existan y podamos disfrutar de las subidas tenemos que experimentar las bajadas, conocerlas a fondo y aprender de ellas.

Ya hoy comencé a leer declaraciones sobre las elecciones parlamentarias de 2010, que esas si son
las elecciones definitivas, las que decidirán el futuro del país. En mi opinión, vayamos por partes, primero tenemos en agosto de este año elecciones de las Juntas Parroquiales y Municipales, sigamos preparándonos desde ya para participar y defender el voto, pero eso sí, todos juntos, no desde las casas viendo tele y reenviando cualquier bola que llege a nuestros celulares y correos electrónicos.

Si ya has decidido, como mi familia y yo, que a pesar de todo, aquí es donde queremos pasar el resto de nuestras vidas, comienza a ver adelante, a ser parte de algo, porque un país se construye a punta de participación, dedica tiempo a creer para ver.

Yo creo en mi país, en su futuro, y dispongo de tiempo para esperar, lo que logro no depende de lo que otro diga, sino lo que yo deseo, trabajo y alcanzo.

Dashiell López

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