El chiquito López

Yo despierto muy temprano cada día y él todavía duerme, pero sabe que llegó el momento, de tomar prestada mi almohada, su dama blanca. Mientras me preparo para abandonar la escena de mi vida, hemos hecho un trato, nunca dejarla sola.

Y así un angel cuida de otro, los mortales trabajamos cuando la magia se hace compañía y yo quisiera algún día, de ser posible, compartir ese momento.

Con todo y techo, hasta el cielo, con lo lejos que se ve, cuando miras hacia arriba está pendiente de sus días, los del chiquito.

Cómo logra algo tan pequeño, despertar en mí con creces sentimientos que nunca había sentido. Hay que esperar el momento, porque ganas siempre sobran pa decirles en unas líneas lo que siento.

Dashiell López