Vamos a decir que bien


Vamos a decir que bien para no entrar en detalles, fue su respuesta a mi pregunta de cómo estás.

Como si quisiera estirar la arruga, evitar la situación.

Al no ser la primera vez que lo escuchaba responder de esa forma, le comenté lo que he leído sobre esas actitudes y su influencia en nuestras vidas. Es decir, el señalar que vamos a decir que bien para no entrar en detalles, es que no estás bien y quieres aparentar que sí, pero al mismo tiempo sabes que no. Complejo, pero cierto.

Lo que digamos es reflejo de lo que pensamos, entonces porque no pensar primero antes de decir algo, que nuestros pensamientos sean dueños de lo que decimos y hacemos y no al contrario.

Por ejemplo, si el tráfico me pone de mal humor, y yo he sido víctima de ese sentimiento, lo que tenemos es que buscar formas para aprovechar ese tiempo. Lo que está ocurriendo es que entramos en un estado de desesperación porque queremos llegar rápido a un lugar y lamentablemente no podemos, pero además, el perder el control tampoco va a ayudar en nada, eso no cambiará la situación en la que nos encontramos.

Escucho cada mañana a personas, que desde sus carros a las 6am tocan corneta como locos, ese es su comienzo del día, esa es la decisión que han tomado y les aseguro que afectará el resto de su jornada. Incluso pretenden afectar el comienzo del día de mi familia.

¿Qué hacer entonces? Escuchar radio, música, un programa grabado interesante, un audiolibro, hacer llamadas (con el manoslibres), etc. La respuesta la tienes tú.

La verdad no se puede esconder, por lo tanto tampoco pretendo decir que si nos sentimos mal tenemos que obligarnos a pensar que es todo lo contrario. Cuando la conexión entre lo que pensamos y decimos es la correcta, entonces nos sentiremos bien y sabremos que es real, que es verdad.

Si no queremos entrar en detalles, es que arrastramos algo, seguimos pendientes de eso que nos molesta, nos inquieta, en resumen, no estamos presentes. Somos víctimas de pensamientos asociados a esa situación que insiste en visitar.

Mi recomendación, trabaja en resolver eso que no te permite estar bien, si ya sabes qué vas a hacer y eso debe de esperar, listo, ya te puedes sentir bien porque pronto estará resuelto todo. Y entonces comienza a estar presente, a sentirte bien.

Si por el contrario, no se puede resolver la situación ahora, además no sabes qué hacer, tranquilo, enfócate en lo que estás haciendo y esta presente, pide por encontrar la correcta solución, llegará en su momento.

Para qué estar mal, cuando sabes que puedes estar mucho mejor estando bien.

Dashiell López

Comentarios

adry dijo…
Gracias por esta iniciativa, amigo, te auguro la mejora de la actitud de muchos para afrontar el día a dia.
El punto que tratas no es más que la re-educación de nuestras reacciones-sentimientos-actitudes-aptitutes para manejarnos como ciudadanos.
Un ejemplo lo estoy experimentando, deje de manejar ya que el stress del trafico y los costos de mantenimiento de mi vehiculo estaban amenazando mi equilibrio.Pero la alternativa del transporte publico alivio parte , las largas espera para salir hacia las llamadas ciudades dormitorios (2 a 3 horas) las ubique haciendo voluntariado desde la oficina o en la org.
SIN DUDA QUE LA ACTITUD FRENTE A NUESTRAS REALIDADES FACILITAN U OBSTACULIZAN SUS POSIBLES SOLUCIONES.


Un gran abrazo!!!

Entradas más populares de este blog

Abreu y Dudamel en TED

¿Kanye tendrá razón?

Imprimir factura del IVSS