Qué pasó con las 1.000 firmas

El pasado 28 y 29 de noviembre de 2009 se realizó un gran operativo para recolectar firmas, con más de 40 puntos a nivel nacional, en apoyo a una primera iniciativa legislativa, el proyecto de Ley de Amnistía y Reconciliación Política.

Me propuse aportar 1.000 firmas, de las 17.000 que son necesarias según la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el 0,1% del Registro Electoral, artículo 204, numeral 7.

Logré 430 firmas por mi cuenta, recolectando todo el sábado y parte del domingo, casi la mitad de la meta. Estuve en los municipios Sucre, Chacao y Baruta, de un lado a otro, buscando a valientes para que dieran su apoyo a esta primera propuesta.

A pesar de que no logré todo lo que quería, me siento muy satisfecho, la experiencia me dejó muchísimos aprendizajes.

La mayoría de las personas estuvieron dispuestas a dar su firma. Muchos de los que no la dieron decían: "estamos con ustedes, los apoyamos, pero trabajamos para el gobierno y ustedes saben como es eso..."

Algunos dijeron: "firmaré una y mil veces..."

Aquellos que me pidieron leer la ley, que contiene apenas 9 artículos en 3 páginas, luego de revisar los primeros 4 ya estaban firmando. Quiero que conozcan sólo uno de sus artículos, para que sepamos la importancia de este proyecto:

Artículo 4.- Se prohíbe expresamente el uso, a cargo de entidades
públicas o privadas, o de sus representantes o voceros, de listas de
ciudadanos o ciudadanas, elaboradas sobre la base de sus preferencias
políticas, religiosas, ideológicas o de cualquier otro tenor, con el objeto
de discriminarlas. La elaboración o uso de tales listas ha de ser
considerada como un acto de persecución injusta y ser penada conforme a la ley.

Otros me dijeron el domingo que ya habían firmado, e incluso me conseguí con personas que estaban buscando los puntos fijos e itinerantes. Gracias a los que firmaron, a los que todavía lo hacen, a los que se detuvieron a escuchar, a los que salieron corriendo o insultaron, de todos aprendí algo, a todos les dije: gracias y felíz día.

Me encontré en todos ellos, corriendo de un lado a otro sin tiempo para detenerme y escuchar lo que otros tienen que decir.

Entendí la importancia de ser ejemplo, de remangarme la camisa y salir a hacer el trabajo, demostrar nuevamente que es posible y que las limitaciones están en nuestra mente.

No quiero imaginar la cantidad de firmas recogidas por mi, si mi meta en lugar de 1.000 hubiera sido 500. Comprendí que a pesar de no lograr la meta solo, acompañado incluso la superé.

Las firmas ya entregadas por los Egloff son 390, por Alva 103, Verónica y team 120, familia 150, Andrea y team 140, César 18, Mariana 40, Carlos 170, y las que faltan. Es decir, 1.131 sin tomar en cuanta las 430 mías.

Acompañados seguimos sumando.

Luego les cuento qué me motivo a salir a buscar la mayor cantidad de firmas.

Dashiell López
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