Cuando lloramos por los "Angeles"

Hay una canción de Maná que se llama "cuando los angeles lloran", esta semana me he estado preguntando por qué nadie ha escrito sobre los momentos en que "lloramos por los Angeles".

Cuando le preguntas a alguien que te de un nombre de un líder, son pocas las veces en que las personas comienzan por decir sus nombres.

Los "Angeles" como los "líderes" parecen seres excepcionales y distantes, cosas raras de conseguir, material en extinción.

La realidad es que son muchos los "Angeles", que como los líderes, nos rodean en la tierra.

Llegué a grabar un programa para televisión, que sólo tuvo un capítulo, llamado "los héroes anónimos", buscábamos a personas comunes y corrientes en Venezuela que hacían un trabajo extraordinario. Lástima que este tipo de programas no tengan tanta pegada, a veces, como una novela.

No se pueden imaginar la cantidad de "Angeles", héroes anónimos y líderes que pueden estar sentados a su lado en este momento.

No es casualidad que yo escriba "Angeles" en mayúsculas y comillas, o como el plural de "Angel". Tampoco es casualidad que sintamos que los buenos se nos van más rápido que los malos, es lógico el sentimiento si sabemos que los buenos somos más, somos mayoría.

Para los "Angeles" estas líneas, los que pisan y han pisado estas tierras, los que conocemos, nos encontraremos en el camino y llevamos por dentro.

Los "Angeles" de carne y hueso, los que han formado familia con los sueños convertidos en realidad, los que en silencio pasan, los desapercibidos, los héroes anónimos, los líderes no descubiertos.

Para ellos mi respeto y admiración, yo que los he visto, que los reconozco, me quedo con un pedacito de ustedes, son tan grandes que es más lo que dejan que lo que se llevan.
Enviado desde mi dispositivo movil BlackBerry® de Digitel. Dashiell López