2011

Tenía tiempo sin escribir, vengo con todas las ganas de retomar este espacio.

Sigo en Venezuela y este promete ser un año muy duro a nivel económico, se pretendía aumentar el IVA y se duplicó el dólar para adquirir alimentos y medicinas. Se cerró el año 2010 con una inflación, según el gobierno, de 27,2 por ciento.

El país estrenó una nueva Asamblea Nacional, AN, que servirá como un escenario de confrontación política. Menciono esto último para que tengamos claro que la AN no logrará, como piensan algunos, aprobar o hechar para atrás a las leyes inconstitucionales que han venido siendo aprobadas.

Cuando hablo de confrontación política, me refiero a que será un espacio para que el país pueda escuchar a un sector distinto y con una visión diferente de país. Una visión diferente a lo que, en su gran mayoría, escuchamos en los pasado cinco años en la AN.

Hay aires de cambio, pero no son suficientes, este año será clave para lo que se quiere lograr en el 2012. La no aprobación de la Ley Orgánica de Educación Universitaria, LOEU, y del aumento del IVA se deben celebrar, más allá del análisis de por qué sucedió. Hay que preparse para que la LOEU sea presentada más adelante y termine siendo aprobada, con el añadido de una supuesta discusión y consulta amplia.

La inseguridad sigue aumentando y haciendo de las suyas, mientras nos vamos acostumbrando y adaptando a la situación, porque realmente es poco lo que como ciudadanos podemos hacer y lograr. Nos vamos encerrando cada vez más mientras damos gracias porque amanecemos y llegamos a casa cada día.

Siento que la mayoría de los venezolanos hemos estado manejando un carro, en los últimos años, como cuando sabemos exactamente a donde vamos. Ha sido un camino lleno de huecos y obstáculos, pero eso no nos ha detenido. Este 2011, aunque para mi no hay incertidumbre porque entiendo a dónde nos pretenden llevar, estamos en el mismo carro rumbo a una dirección desconocida, disminuyendo la velocidad, bajando el volumen de la música para prestar mayor atención. Espero que además nos paremos bastante a preguntar, con humildad, a la gente que veamos en el camino y que debe ser la guía de nuestro destino final.

Espero también que mi destino final no sea un aeropuerto con boleto sin regreso.

A pesar de lo anterior, tengo mucha esperanza, hay que organizarse y participar para hacer realidad el país que merecemos y queremos.

Este año para mi será mejor que el anterior, porque ya hace tiempo decidí ser dueño de mis pensamientos y mi destino, acompañar lo anterior con actitud positiva y rodearme de la mejor gente.

Todo lo mejor para el 2011, donde quiera que estes.

Dashiell López
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