El primer cuarto

Emilio les manda a decir que agradece la presión que hacen para que yo siga escribiendo su experiencia. 

Emilio también quiere agradecer a todo el personal de inmigración que lo atendió. 

Hagamos un resumen y vamos puntualizando ciertos puntos de la historia:

1.- Emilio realmente tiene dos hijos, de 2 y 5 años respectivamente. Los tres están viajando desde Venezuela a los Estados Unidos, un viernes cualquiera. 

2.- Nelly es realmente su nombre. Les puedo asegurar que ella reconoció posteriormente que le pareció muy extraño que un hombre viajara sólo con sus dos hijos. 

3.- La aerolínea en la que viajó Emilio no es American Airlines.

Ahora sí continuemos.

4pm

Emilio y sus dos hijos entran al famoso "cuartico", que es una simple sala de espera de atención al cliente de cualquier empresa seria. 

El hijo menor de Emilio, que es un encanto, entra saludando a las cinco personas de la sala. Emilio, gracias a la recomendación de sus padres e insistencia de su esposa, carga sencillo y compra un agua para preparar un tetero y una bebida de chocolate para su hijo mayor. 

A estas alturas ya todos se apoyan con las miradas, y es cuando un señor mayor se acerca y le pregunta a Emilio: "¿tu eres Villasmil?". Esta es la tercera vez que le preguntan a Emilio lo mismo, Ricardo Villasmil es un economista de Venecia, profesor del IESA y actualmente en Harvard, es tremenda comparación. 

Emilio responde que no, que el también es de Venecia, pero no Ricardo.

Luego de una conversación privada entre el señor mayor y su esposa, esta última se acerca a Emilio y le pregunta: "¿seguro que tu no eres Villasmil? Es que te hemos visto en el Teather Club". 

Emilio responde que no, amablemente, y le dice que a lo mejor lo han visto porque es Directivo de una organización ciudadana que se llama Multiplicate. La señora le dice que es de allí exactamente de donde lo reconoce, eso era. 

Todo lo anterior permite hacer que el tiempo de tan sólo diez minutos pase más rápido. Lo anterior es una ironía, el tiempo con dos niños y allá adentro pasa leeeentooo. 

A Emilio lo vienen a buscar para tomarle las huellas y recuerda que su prima le había advertido: "son como cinco entrevistas, cuando te tomen las huellas ya sabes que te falta poco". Emilio con cara de "poker" o "poker face", va con sus hijos a tomarse las huellas y siente un aire de esperanza, sólo que pasa por otra sala que no había visto y donde hay más personas esperando su turno. 

Luego de las huellas, le dan un papel que debe llenar con información muy sencilla, nombres, apellidos, fecha y lugar de nacimiento y dirección de residencia. 

Al poco rato lo llama una oficial, muy amable, y le pide el papel y que complete  en el mismo la información de sus hijos y esposa. Le comenta que a partir de ese momento debe tomar como dos horas el trámite.

La familia se sienta a esperar, los niños a correr, a jugar veo, veo, piedra, papel y tijera, abajo de mi cama hay un perro muerto, veo, veo, doble piedra papel o tijera, abajo de mi cama hay un perro muerto, veo, veo, piedra, papel o tijera. ¿Se hacen una idea? Lo importante de la misión es no sacar el celular ni iPads. 

A la hora y media, que en la vida real son como tres horas, llaman a Emilio. Si hay dos momentos en los que hay que prestar atención en esta historia, el primero es este. 

Emilio va con sus hijos, coche, maleta, bolso y pañalera. 

El oficial le pregunta: "¿qué edad tienes?" 

Emilio responde: "Tengo 37 años, pero la gente dice que parezco más joven". 

El oficial le dice: "Lee la fecha de nacimiento de tu pasaporte como nocuba".

Emilio, con ganas de llorar lee: "17 de junio de 1993". Esa no es su fecha de nacimiento y no se había dado cuenta del error. 

Lo próximo lo van a leer con voz de aquellos que narran novelas latinas o películas americanas.

¿Qué pasará ahora?

¿Perderá Emilio a sus hijos?

¿Será deportado?

¿Conseguirá Emilio una solución?

Todo esto y mucho más en el capítulo final de esta historia. 

Les dejo una foto de Ricardo Villasmil, para que saquen ustedes sus conclusiones. 

Continuará...