Un país es su gente

Ya tengo tiempo suficiente fuera del país que me dió la libertad y oportunidad de crecer desde los 3 hasta los 37 años.

Donde crecí, estudié, me enamoré, casé y tuvimos a nuestros primeros dos hijos. 

Ahora entiendo que aunque muchos comencemos por extrañar al Ávila, el Parque del Este, las playas, Mérida, Los Llanos, La Gran Sabana y Canaima, realmente un lugar es su gente.

Yo extraño a mi gente de Venezuela. 

Extraño a mis padres, a mi familia extendida, a mis amigos. 

Extraño a Orlando, mi entrenador, y a la gente de 4 elementos más que a un Parque del Este. ¿De qué me sirve un Parque sin la gente que me hace visitarlo a diario? 

Para que quiero a un cerro Ávila sin la gente subiéndolo, comiendo en Galipán o atravesando a La Guaria. 

Pensar en playas sin mis amigos, sus familias e hijos, cuentos y discusiones para pasar momentos que siempre recordaremos, si hemos llevado control suficiente de la bebida. 

Yo he retomado y hecho amistades aquí, nunca se trata de sustituir a unos por otros. Se trata de poder visitar y compartir con tus hijos los lugares y la gente donde pisabas a diario. 

Recorrer Chacao para saludar a los abuelos, llevarlos al lugar donde crecieron y disfrutaron. 

Disfrutar como de seguro lo hicieron mis padres cuando me llevaron a Cuba en sólo dos oportunidades, porque a pesar de las circunstancias del período especial entendían que llevaban aire a gente que se ahogaba, y siempre volteaban a ver que yo dentro del contexto la pasara lo mejor posible.

Como mis suegros sembraron en sus hijos el cariño por la España que habían dejado en pausa. 

Nosotros tomamos la decisión egoísta de partir, por nuestros dos primeros hijos, y ahora lamento no haber tenido el placer de conocer a aquellos venezolanos, que no por viejos, fueron obligados a terminar con su vida. 

El país siempre necesita de su gente, donde quiera que esté. Yo sólo pido que cuando mis hijos crezcan puedan permanecer donde quieran. 

Que a mi gente de Venezuela no se la lleven los violentos, y que se siga acercando ese olor a futuro que impregna por todos lados desde hace dos semanas. 

Dashiell López