Van al menos 42
Como cualquier
mañana de fin de semana donde alguno de tus hijos tiene su torneo de fútbol, te
levantas, desayunas, te aseguras de que todo esté en orden: botella de agua,
canilleras, uniformes, meriendas, bulto con ropa de cambio, pelota y protector
solar. Sales al lugar de los partidos, debes llegar antes para que cumplan con
el calentamiento, te encuentras con los demás jugadores y padres y comienza el
partido.
La imagen me
llamó la atención, las bolsas de arena y las pesas para asegurar la estabilidad
de las arquerías.
Puede ser un torneo,
o un simple entrenamiento, el escenario perfecto para que pueda ocurrir lo
mismo que le ha pasado a otros 42 niños.
Cuando a los
venezolanos los cubanos les trataban de alertar de los peligros y similitudes
entre lo hecho por Fidel Castro en Cuba y las acciones de Hugo Chávez, la respuesta
era casi siempre la misma: “eso no nos va a pasar a nosotros”.
Parece ser
necesario vivir en carne propia las cosas, para poder entender el peligro o las
consecuencias de las mismas, el que te lo cuenten es muy probable que no sea
suficiente. Más peligroso todavía es que las estadísticas jueguen en contra de
la situación, como ha pasado pocas veces, no me ha pasado o a lo mejor no estoy
al tanto, deja de ser una preocupación.
En septiembre del
año pasado, 2017, Tommaso
Cerase, arquero de 9 años, jugador de una liga juvenil del Juventus sufrió
el golpe y posterior fallecimiento por una arquería que cayó sobre él en Nueva
York. Este tipo de muerte viene ocurriendo, al menos reportada, desde 1979, 42
no parece un número muy grande, pero tampoco ha sido nuestro hijo/hija la
afectada.
Una
niña de 15 años, 2014, en Ontario, al norte de Toronto, otra de 5 años, 2012,
de Watson Lake ambas de Canadá. En 2001, Montreal, 14 años. Parecen simples
números, pero hay niños y familias detrás de cada caso.
En octubre 2003,
Zachary Tran, de 6 años de edad, sufrió el mismo desenlace. Sus padres se
comprometieron a alertar de este peligro y prevenir eventos parecidos. Incluso
lograron en 2011 que el estado de Illinois sacara una ley bajo el nombre de su
hijo, que obliga a los fabricantes o vendedores de arquerías móviles a que deban
ser fijadas o ancladas. Esta es su página web: http://www.anchoredforsafety.org/
Las arquerías son
hechas frecuentemente con metal y pueden pesar algunas 180 libras u 81 kilos. No
permitamos que se aplaste el futuro de ningún niño, mucho menos si está en
nuestras manos la posibilidad de prevenirlo.
Dashiell López
www.dashlopez.com
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