Lo fácil y lo difícil (1)



En noviembre de 2008 nació nuestro primer hijo, eso fue fácil. Para septiembre de 2015 el tercero. En ambos casos, más allá del increíble trabajo que hacen la mayoría de las madres durante los 9 meses y al momento del nacimiento, los trasnochos, dar pecho, acostumbrarse a esta nueva faceta de la vida de aprendizaje constante, todo salió casi como estaba programado.

En junio de 2012, las cosas dieron otro giro, eso si fue difícil. Mi esposa tenía 31 semanas de embarazo, a Ricardo lo estábamos esperando para las primeras semanas de agosto.

Recuerdo que era sábado, y ella me comentó que no se sentía bien, que prefería quedarse en la casa. Yo salí con Sebastián a los famosos Galpones de los Chorros, en Caracas. Pasamos toda la mañana allí, había una actividad para niños.

Al salir, la llamé, y me dijo que se había tomado unos calmantes, había estado acostada y ya se sentía mejor. Decidimos ir a almorzar con unos amigos, luego al cine y finalmente regresamos a la casa a eso de las 7 de la noche. Todo parecía transcurrir como cualquier otro fin de semana, pero este sería la excepción.

A las 8pm me comentó que no se sentía bien, que iba a llamar a su doctor. Su doctor se encontraba en la playa, y le recomendó ir a Emergencia, sólo para salir de dudas. Al principio me pareció exagerado pero, luego de unas miradas amenazantes, decidimos ir.

Los tres fuimos a la clínica, porque estaba seguro de que no debía ser nada grave. Le hicieron un eco y no lograron ver nada. El médico recomendó que entonces se quedara en observación esa noche en la clínica. En ese momento dejé a nuestro primer hijo con mi suegra, mis padres estaban en un crucero, y fui a buscar ropa a la casa.

Se me olvida mencionar que al día siguiente se celebraba el día del Padre.

Al regresar a la clínica, todo pasó muy rápido, entré a ver a mi esposa y poco tiempo después de que le hicieran un tacto comenzó a sangrar, llamaron al doctor que pidió que la prepararan para intervenirla y se la llevaron. Me encontraba en ese momento sólo. Los segundos parecían horas. En menos de 1 hora llegó el doctor, me dijo que no me preocupara y la verdad es que poder verlo fue un alivio.

A  la hora salió y me explicó lo que había ocurrido. Ana había tenido un desprendimiento prematuro de placenta, puede ocurrir cuando se toma mucho alcohol o fuma durante el embarazo, o simplemente ocurre sin ninguna razón aparente. El tercero fue nuestro caso. El peligro de un desprendimiento prematuro de placenta, no detectado a tiempo, es que el bebé deja de recibir alimento y la madre puede sufrir una hemorragia interna.

Yo logré ver a Ricardo, tomarle fotos, mientras se lo llevaban rápidamente a la sala de Cuidados Especiales de recién nacidos. Gracias a Dios, ella se encontraba bien también.  Allí pasaría los siguientes 20 días nuestro segundo hijo, y nosotros diariamente, de forma religiosa, cada mañana y tarde, fuimos a visitarlo. Eso si fue difícil, no sólo por lo que estaba pasando con Ricardo, sino por el ambiente y la situación de otros bebés y sus familias en ese lugar.

El día del padre, cuando vino a visitarnos al final del día el Neonatólogo, médico especialista en el cuidado de los recién nacidos, nos lanzó esta bomba como sus primeras palabras: "ustedes saben que las cosas pasan por algo". Tranquilos, logramos conseguir suficiente gente en común que lo conocía personalmente, para establecer y mantener posteriormente una excelente relación con Tito, y entendimos que siempre tuvo las mejores intenciones y fue el mejor encargado de los cuidados que Ricardo pudo tener.

Este momento difícil cuenta con un final feliz, hoy Ricardo ya casi tiene 6 años, y considero que asumimos ese momento difícil de la mejor forma posible que podíamos.

Este escrito va dedicado a la madre de nuestros 3 hijos, y a los momentos difíciles que hemos vivido juntos. 

Como la vida es como es, y no nos permite decidir si las cosas que afrontamos son fáciles o difíciles, este escrito queda realmente como una buena introducción para el siguiente. Continuará...

Por cierto, este es el link al escrito que hice en aquel momento del nacimiento de Ricardo, julio 2012: Paz

Dashiell López
www.dashlopez.com

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