Me lo confirman por favor


Durante la II Guerra Mundial los británicos crearon la agencia Wafare Executive (PWE), especializada en la difusión de rumores. Se llegaron a difundir más de 8.000, desde el suicidio de un comandante de la Luftwaffe hasta la fabricación de una nueva arma que cambiaría el rumbo de la guerra con la capacidad de incendiar el mar.

¿Esto será verdad? Es la forma elegante de enviar una información no confirmada y delegar en otro la responsabilidad de revisar. WhatsApp se ha convertido en la plataforma ideal para enviar mensajes a familiares, amigos y equipos de trabajo, para compartir fotos, videos y lamentablemente rumores.
La información viaja hoy en día más rápido por plataformas como Twitter, Instagram y Facebook, se hace entonces más difícil diferenciar qué es verdad o mentira, solemos quedarnos con los 160 caracteres en lugar de entrar a la noticia y leer el detalle de la información, e incluso revisar origen, varias fuentes o medios oficiales. 

En el estudio “Variables Psicológicas que Impulsan la Difusión del Rumor”  se comenta como también en Estados Unidos se crearon The Clinics of Rumors, cuya función era neutralizar las noticias falsas que se pretendían difundir a través de los medios de comunicación. Para la misma época, se hicieron estudios al respecto, el rumor era considerado un proceso para distorsionar la realidad con grandes consecuencias para las fuerzas armadas involucradas en el conflicto. Los rumores afectaban los ánimos de la resistencia o la moral y amenazan la seguridad de un país. Para aquel momento era difícil estimar el origen del mismo. El descubrimiento más importante hecho por Robert Knab, que investigó más de 1.000 rumores difundidos durante la II Guerra Mundial, fue el hecho de que “es una declaración que busca ser creída”. Cuando existe falta de información, problemas de comunicación, y un ambiente o situación país no adecuada, la mesa está servida.

El rumor en la guerra se basaba en la estrategia romana de “divide y vencerás”. Divide et impera.

En el estudio “Rumor Detection and Classification for Twitter Data” se establecen estas variables para confirmar la veracidad de la información: 
1.     Procedencia: el contenido original
2.     Fuente: quién compartió el contenido
3.     Fecha: cuándo
4.     Ubicación: dónde.

Haciendo una revisión de los puntos anteriores, somos capaces de establecer si vale o no la pena compartir algo. 

La disciplina psicológica que mejor estudia el rumor es la psicología social. El rumor es muy persuasivo, queremos creer que es verdad, por eso no se duda y se reenvía lo antes posible. La facilidad de formar parte de distintos grupos, la necesidad de aceptación y aprobación incrementa los riesgos de la propagación. Mientras mayor edad, somos más propensos a ser víctimas de la propagación de rumores.

No estamos en guerra, aunque si rodeados de un complejo sistema de información informal inundado de rumores. Si recibimos una noticia, y parece muy buena como para creerla, antes de reenviar, verifiquemos! 

Si, me hubiera gustado creer que la información de una de las imágenes de arriba era verdad, pero igual confirmé para darme cuenta de que cuando las cosas parecen tan buenas es necesario dudar.

 Dashiell López

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