Repite conmigo: “repite”

Te despiertas a las 7am, a las 8 ya estás en el matadero comprando un cochino o cerdo, soñando que fue criado por un cubano, cuando en realidad sabes que vienen en gandola desde Ohio.

Encargas la yuca, el congris, platanos maduros, tamales y las famosas “mariquitas”.

Tu te vas a encargar de hacer el cochino en caja china y te quieres asegurar de que salga perfecto. Ya sabes que no es necesario inyectar agua con sal, que con sal por ambos lados es suficente. Prendes los carbones primero y cuando todo esté en el punto, metes el cochino a las 12:45pm.

Por supuesto, haces todo lo anterior con tu tío, que pudiera comer cochino todos los días y lleva algunas cajas chinas encima. Que tenía a los cochinos en el patio de la casa de Camagüey y los mataba el mismo. Que incluso un día tumbo una puerta de madera de su cuarto para tener leña para cocinar.

A las 2:30pm ves que la primera mitad está lista, lo volteas. Quemamos un poco el jardín sacudiendo las cenizas del carbón, a pesar de que intentamos evitarlo porque no es la primera vez que nos pasa.

Agregamos demasiado carbón para la otra mitad, que para mi es la más delicada porque es la que cuenta con la piel que magicamente será chicharrón y debe de quedar crujiente.

Se nos quema un poco la piel y se cocina demasiado rápido la otra mitad. Si yo hiciera cochinos en caja china todas las semanas esa vaina no me pasa. Dato importante, si no te queda crujiente la piel, la cortas y metes en el microhonda por unos 3-5 minutos y resuelves.

La repetición es el mejor remedio para mejorar en algo. A mi no me queda otra que tomar notas y asegurarme de leerlas detenidamente antes de una próxima vez.

Si quieres mejorar en algo, hazlo, con la frecuencia suficiente para que te salga en automático. 

Les debo las fotos, pero Blogger no ha actualizado su aplicación para el iOS11 y logré montar esto desde mi cel.

Dashiell López
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